Llevaba ocho años queriendo tener un perro y una mañana llamaron al teléfono, era mi prima Elito, diciendo que tenía un cachorro para mí, entonces me puse a saltar de felicidad, mis ocho años de espera habían dado sus frutos, tendría un perro, en ese momento me imaginé a mi mismo paseando por las lagunas con un perro. Fuimos a casa de mi prima corriendo, no pasé ni un momento sin parar de pensar como sería mi perro, al entrar en casa de mi prima, vi un cachorro que me miraba, al mirarle a los ojos supe que ese sería mi perro, salí con él en brazos y ha sido un perro ideal. Desde el momento que vi a mi perro en ese mismo instante intuí que mi vida iba a cambiar y habría muchos momentos de felicidad.
Enrique Vergel 6ºA
No hay comentarios:
Publicar un comentario